Acompáñanos en nuestra insólita visita a la Reserva ecológica La Laguna, en Aguas Dulces, Uruguay, donde pasamos tres de los días más especiales de nuestra vuelta al mundo, ¡durmiendo con caballos salvajes!
Índice linkable del artículo
- 1 Reserva ecológica en Aguas Dulces ¡Cuidado, este post hará que quieras ir a Uruguay!
- 2 Planifica tu viaje a Uruguay por tu cuenta con estos descuentos
- 3 Reserva online tu transporte: tickets de bus, tren, barco, coche
- 4 Llegada a la reserva natural del apocalypsis
- 5 ¿Preparando tu viaje a Uruguay? Accede a nuestras guías GRATIS:
- 6 No viajes a Uruguay sin seguro médico de viaje
- 7 El primer aviso de la naturaleza
- 8 El segundo aviso: los bichos
- 9 Tú, yo y la madre naturaleza
- 10 La primera visita de los caballos
- 11 El clímax: los caballos llaman a nuestra puerta
- 12 ¿Quieres ver el vídeo de nuestra estancia en la reserva de Aguas Dulces?
- 13 ¿Buscas vuelos y alojamientos para Uruguay?
- 14 Mapa de Aguas Dulces
Reserva ecológica en Aguas Dulces ¡Cuidado, este post hará que quieras ir a Uruguay!
Nos despedimos del Hostel de la Viuda como si los conociéramos de mucho más que 4 días. De hecho todos los huéspedes se despedían con fuertes abrazos, quizás por el simbolismo de las fechas navideñas que habíamos pasado juntos en vez de con la familia, o porque desde que llegas al Hostel de la Viuda el personal te trata tan bien que te hace sentir como si estuvieras en una casa con tus amigos. Sea como sea ha sido uno de los mejores sitios donde hemos dormido, ¡así que lo recomendamos con los ojos cerrados!
Nos llevaron a la estación de Punta del Diablo y allí compramos los billetes para los dos buses que nos llevarían a nuestro próximo y cercano destino: Aguas Dulces. El segundo bus siempre espera a que llegue el primero para que la gente haga el transbordo, así que no os preocupéis si hay un poco de retraso, no os dejarán en tierra.

Paisaje típico de Rocha, camino de Aguas Dulces
Llegamos a la agencia de autobuses (por cierto, hemos probado casi todas y son buenas y no muy caras) y les pedimos que nos llamaran a nuestro nuevo destino para que nos vinieran a buscar. Había más de 2 km andando con las mochilas a pleno sol y las indicaciones de la web auguraban pérdida segura, así que pensamos que era necesario. De todas maneras, si llegábamos por nuestro pie a la Reserva ecológica La Laguna (sí, nada de hostel esta vez), debíamos llamar al llegar a la valla y no teníamos teléfono (sólo whatsapp si hay wifi) así que teníamos que llamar sí o sí para que vinieran. Y menos mal, porque el caminito se las trae…
Planifica tu viaje a Uruguay por tu cuenta con estos descuentos
¡Lo más importante! 5% de descuento en tu seguro de viajes AQUÍ
Reserva online tus tickets de autobús, tren o barco AQUÍ.
Reserva hoteles baratos en Uruguay AQUÍ.
Busca ofertas de vuelo a Uruguay AQUÍ.
Ahorra en excursiones y traslados en Uruguay AQUÍ.
Reserva online tu transporte: tickets de bus, tren, barco, coche
Booking para alojamiento, Skyscanner para vuelos… pero ¿qué pasa con los transportes internos? ¿Dónde puedo reservar online los billetes de bus o tren? ¡Pues hemos descubierto Bookaway!
En nuestra vuelta al mundo, cada vez que cambiábamos de país teníamos que encontrar de nuevo una web nacional o portal donde poder comprar billetes de bus, registrarnos de nuevo… ¡era un rollo! Encontramos a faltar un portal web mundial que te permitiera reservar billetes de tren o autobús en cualquier país del planeta. ¡Pues eso por fin ha cambiado!
Aquí te dejamos un enlace a una web que hemos descubierto donde podrás reservar una plaza en el transporte que quieras. Haz click en la imagen:
Llegada a la reserva natural del apocalypsis
La reserva era una gran extensión salvaje junto a una laguna, con decenas de caballos en libertad, y donde puedes pernoctar en unas cabañitas sin luz ni agua corriente. Por supuesto no hay internet. Sonaba muy Robinson Crusoe, y nos apetecía probar… aunque con dos noches hubiera bastado, el mínimo era de 3, así que ya nos podía gustar o lo íbamos a pasar mal.

Primera imagen de la reserva natural donde pasaríamos las tres próximas noches.

¿Esto es agua o aceite de oliva? ¡que yo soy de ciudad!
Primero fuimos a casa de la mujer que vivía alli, y amablemente nos ofreció un vaso de agua. El tema es que era agua de la laguna, ultrasupermega amarilla y con cositas flotando. Nos comentó que mejor eso que cloro o los productos químicos que no se ven y que ponemos para aclarar el agua. Visto así no parecía ir mal encaminada, pero cuando me dijo que alguna pequeña diarrea sí que podríamos coger, me acordé de lo mal que lo pasé en Floripa, ¡y para nada quería fastidiarme la estancia otra vez!
El detalle del agua nos venía a decir que nos preparáramos, porque aquello no iba a ser precisamente el Ritz. De hecho, ¡nos dijo que era un entreno para que estemos preparados para el apocalypsis que se avecinaba!

La cabaña estaba más hecha polvo de lo que se aprecia en la foto.
Nada más llegar a la cabaña en cuestión, la sensación fue de “¿aquí voy a tener que dormir tres noches?”. Éramos los primeros inquilinos de la temporada, y aquello había estado abandonado todo el invierno… y estaba un poco dejado, la verdad.
Le preguntamos sobre los animalucos que había en la reserva, y nos dijo que había caballos salvajes, que eran muy curiosos y a veces se acercaban, ¡y que era posible que por la noche escucháramos cómo se rascaban el lomo con la pared de la cabaña!
También nos dijo que por los alrededores moraba Francisco, un zorro que a veces se metía en las cabañas en busca de comida. “Es inofensivo, pero si se siente acorralado y le entra el miedo es más que probable que se orine en vuestra cabaña, así que si entra no le digáis nada, convivís con él y ya se irá”… ¡literal! Jaja
¿Preparando tu viaje a Uruguay? Accede a nuestras guías GRATIS:
No viajes a Uruguay sin seguro médico de viaje
Si estás pensando en viajar a Uruguay, tras comprar los vuelos lo primero que tienes que conseguir es contratar un buen seguro de viaje internacional. Un pequeño accidente o una enfermedad te puede salir muy cara, ¡haznos caso!
Hemos comparado un montón de opciones para que sepas cuál es el mejor seguro médico según tu destino y tu forma de viajar. ¡Y además te hemos conseguido un Descuento en tu seguro IATI de un 5%
Si quieres saber cuánto te costaría el seguro médico para tu próximo viaje haz aquí mismo una simulación con IATI Seguros y compara rápidamente todas las pólizas para saber cuál te sale mejor 😉 (el 5% de descuento lo verás aplicado en el precio final):
Si estás buscando el mejor seguro para viajar a Uruguay, ahora mismo te enseñamos a contratarlo online en 5 minutos. >> Lo encontrarás todo en este artículo (el descuento también;)
Las playas desiertas de Aguas Dulces
Aún tenían que limpiarnos la cabaña, así que nos fuimos dando un paseo a la playa, que decían que estaba a menos de 1 km campo a través, pero creemos que había más. Tras cruzar algunas lagunas secas y embarrarnos los pies, avistamos las primeras dunas, ¡y el camino valió la pena!:
No había absolutamente nadie, aunque al llegar a la playa vimos unas 3 personas a ambos lados del horizonte. Hacia la derecha se divisaba lejos el poblado de Aguas dulces, pero a la izquierda dicen que hay 17 km de playa sin ninguna casa, ¡absolutamente salvaje!

La playa más cercana no tenía ni casas ni gente… ¡muy zen!
Decidimos ir caminando por la arena hacia el pueblo, a unos 2 km, y luego volver a la reserva para ver si podíamos recordar el camino que habíamos hecho en furgoneta.
El primer aviso de la naturaleza
Cuando ya nos acercábamos, recordamos que nos habían dicho que si cruzábamos “esa” valla e íbamos recto, encontraríamos un atajo que nos ahorraría mucho tiempo… y así lo hicimos. Cruzamos la valla y empezamos a caminar, aunque camino lo que se dice camino, no había. Tenías que ir sorteando arbustos y pequeños grupos de árboles, así que al rodearlos tenías que cerciorarte de que después seguías yendo en línea recta, y no habías cambiado de dirección. El sol, que estaba a punto de ponerse y que a veces quedaba detrás de la vegetación y las nubes, era nuestra estrella polar. Pero cada vez había más vegetación: nos agachábamos a menudo, teníamos que apartar ramas cada vez más frecuentemente, y nos encontramos en callejones sin salida un par de veces. ¿Estaríamos andando en círculos?
Empezamos a sudar cada vez más: se estaba haciendo de noche y no nos veíamos capaces de salir de ese laberinto, no teníamos linternas, no teníamos agua ni comida, y los mosquitos estaban empezando a atacarnos violentamente. Tras unos momentos de nervios y confusión, decidimos que lo mejor era deshacer nuestros pasos y volver a cruzar la valla para llegar al camino normal. Habíamos andado como 15 minutos por ese sitio inhóspito y no sabíamos si íbamos a ser capaces de recordar el camino de vuelta.

Cada día teníamos tres cuartos de hora caminando hasta el pueblo.
Afortunadamente, logramos hacerlo, ¡pero no sabemos qué hubiera pasado si no hubiéramos conseguido encontrar la salida!
El segundo aviso: los bichos
Al llegar a la cabaña, casi de noche, los mosquitos comenzaron a atacarnos dentro mientras intentábamos cocinar. En el piso de arriba se habían olvidado de tapar una ventana, y aquello parecía una de las siete plagas de Egipto. Recuerdo estar tapando la ventana con un plástico, clavos y un martillo (y un frontal en la cabeza) y todos los mosquitos chocándose una y otra vez contra mi cara… ¡nunca había visto tantos mosquitos juntos! Para colmo, al cerrar la puerta saludamos a unas cuantas arañas (de tamaño mediano) que pronto se escondieron. “No pasa nada, porque se comen los mosquitos”, nos habían dicho. ¡Pues tenían mucha faena esa noche!

¡Una cena de otra época!
Afortunadamente en cuestión de una hora se empezaron a calmar, no sabemos si porque ya había anochecido, o por la acción de las tres espirales antimosquitos que habíamos colocado como el que coloca una virgen salvadora. Poco a poco la cena y las copas de vino fueron calmándonos y cada vez nos encontrábamos más a gusto, hasta el punto de dejar de pensar en la fauna y tener ganas de ir a la cama. Se me comenzaba a olvidar que Erika había dicho que en sus seis meses en la India nunca había llegado a dormir en un sitio peor que esa cabaña. Pero llegados a ese punto, ¡parecía que aquel sitio no iba a estar tan mal!
Tú, yo y la madre naturaleza

¡Una ducha como dios nos trajo al mundo no tiene precio!
Al día siguiente nos despertamos más tarde de lo normal, quizás conscientes de que allí no había mucho que hacer, sólo descansar. Aprovechamos para meternos una ducha al estilo campestre, con garrafas de agua extraída directamente de la laguna, y con jabón de coco. Éramos los únicos inquilinos de la reserva, así que la sensación de estar en pelotas en medio del campo y ducharse da una sensación de libertad indescriptible… ¡nunca habíamos hecho algo así!
Unas horas después, decidimos ir al pueblo a dar una vuelta (¡en bolas no eh!;). Cada vez que quieres salir son 45 minutos caminando, así que si quieres hacer algo fuera de la reserva, 1h y media al día no te la quita nadie… ¿pero es parte del encanto no? No teníamos prisa para visitar el pueblo.
Al regresar a media tarde, tras un pequeño susto (unas motos asustaron a unas vacas y una vaquilla estuvo a punto de chocar con nosotros al intentar huir;), nos volvimos a duchar a lo garrafa style y nos hicimos la cena al horario europeo (megapronto). Tras cocinarnos con un camping gas y agua del estanque (¡había que filtrar primero las hojas!) nos acercamos a la laguna a lavar los platos y a ver la puesta de sol como dios manda: vaso de vino en mano, y sentados junto a la laguna con la compañía de Froy, una perrita que nunca se cansaba de ir a buscar el palo aunque se lo tiraras al agua. Estuvimos más de una hora expectantes, viviendo uno de los momentos más especiales del viaje, conversando, escuchando el sonido de los animales, viendo todo tipo de aves mientras el sol se ponía en el horizonte entre las nubes. Llegado este momento, los dos sentíamos que había sido un acierto haber caído unos días en ese lugar. ¡Y lo teníamos todo para nosotros!

Puesta de sol espectacular en «nuestra» laguna.
Volvimos a la cabaña y, a pesar de tener ya a los mosquitos domados, tuvimos nuevas especies: tuvimos que echar a un sapito, un abejorro larguísimo, un pájaro… y las arañas las dejamos (no tenían telarañas así que no sé cómo se comían los mosquitos, pero mejor no hacerse tantas preguntas, mientras no se muevan de su sitio, que era la puerta).
La primera visita de los caballos
Tras esta pequeña misión, decidimos sentarnos y disfrutar del último vaso de vino, cuando de repente escuchamos cómo el suelo comenzó a vibrar tímidamente. Nos callamos, nos miramos con los ojos como platos y escuchamos el sonido inconfundible de varios caballos galopando.
Los habíamos visto varias veces el día anterior, y los habíamos escuchado relinchar cerca durante la noche y el amanecer, pero no un galope tan cercano. No había pasado un segundo y ya habíamos salido de la cabaña para ver donde estaban, momento en el que vimos dos grupos de caballos, a los que intentamos llamar la atención con nuestros silbidos. Intenté hacerles alguna foto pero era completamente de noche y lo único que se veía era el reflejo de la luz en sus ojos en la oscuridad. En ese preciso instante, mientras mirábamos al primer grupo de caballos inmóviles que también nos miraban a nosotros, el segundo grupo comenzó a trotar hacia el otro lado de la casa como rodeándola. Nos cogimos a la puerta con el pulso acelerado y un grupo de 4 o 5 caballos pasó trotando justo por delante de la cabaña a 3 metros de nuestras caras incrédulas. No podíamos contener la sonrisa y la emoción. Una vez más acabábamos de tener la sensación de acabar de ver algo que no habías visto antes.
Un amanecer de película.
A la mañana siguiente la magia parecía resistirse a abandonar aquel lugar. Nos levantamos a las 6 de la mañana y observamos a nuestro alrededor un paisaje de lo más extraño: un amanecer tímido, una niebla que lo inundaba todo, la silueta de alguna que otra vaca y miles de telas de araña que con el rocío y los primeros rayos del sol, parecían brillar con luz propia… es increíble pensar que de día sólo ves como un 5% de las telarañas que hay en realidad, y eso que en las fotos no se aprecia. Sea como sea, una vez más pudimos afirmar que no habíamos visto nada como aquel escenario que parecía irreal, como sacado de una película, algo rozando lo terrorífico, pero de lo más fascinante (cuanto menos inquietante;).

Los primeros rayos de sol descubrían telarañas perfectas como esta.

Al parecer no fuimos los únicos que madrugamos aquel día.
El clímax: los caballos llaman a nuestra puerta
Tras pasar el día en el Cabo polonio (puedes leer nuestra crónica aquí), volvimos a nuestra cabaña para pasar nuestra última noche en plena naturaleza. Nos fuimos a la cama sin pensar que estábamos a punto de vivir el momento más imborrable de nuestro paso por la reserva.
Ya en plena noche, me desperté y escuché como un ruido constante en la esquina de la cabaña donde teníamos nuestras cabezas. Me puse de rodillas en la cama y con sigilo acerqué mi cabeza a la ventana para poder ver… la silueta perfecta de… un caballo que… ¡se estaba rascando el trasero en nuestra cabaña!
Desperté con cuidado a Erika y los dos estuvimos observando aquella escena: un enorme caballo marrón a un metro de nuestra ventana, el silencio de la noche, a lo sumo el sonido de los insectos y del viento que hacía crujir la madera. Al marrón se le unió uno blanco y ambos se quedaron casi inmóviles unos minutos. Intenté aprovechar este acercamiento para inmortalizarlos con el trípode y la cámara en modo noche sin flash… pero aún era demasiado oscuro y no logré demasiada nitidez.
No nos iba a hacer falta hacer demasiadas filigranas para obtener una buena instantánea. Al parecer, nuestros movimientos desde el interior de la cabaña empezaron a atraer a otros caballos que estaban cerca, y poco a poco se fueron juntando delante de nuestros ojos pasmadísimos.

¡El caballo marrón nos despertó rascándose en nuestra cabaña!

Y el blanco fue el que se acercó a la ventana más que ninguno. ¡La foto es sin zoom!
Y el climax fue cuando todos se quedaron mirando fijamente hacia nuestra ventana, e incluso en algún momento parecían hacer cola para entrar por nuestra puerta, como si nuestra cabaña fuera el portal de Belén! He de reconcer que aquí nos acojonamos un poco jaja.
Pero mejor verlo en movimiento… ¡Mirad este vídeo y a flipar!
Al día siguiente no pudimos evitar ir a despedirnos de ellos:

Despidiéndonos de los caballos… ¡a veces parecen querer hablarnos! Pero había que guardar las distancias 😉
La mayoría de gente no pasará por esta reserva. De hecho, muchos se marchan ofendidos al ver las condiciones en las que tienen que dormir. A nosotros se nos pasó por la cabeza el primer día. Pero los momentos que hemos vivido no los cambiamos por nada en el mundo. Pasar cuatro días aquí ha sido, a día de hoy, la experiencia más intensa y especial que hemos vivido en todo el viaje. Es increíble como te atrapa la naturaleza. El primer día casi nos queríamos ir… y el último día casi lloramos por irnos.
Con este tipo de vivencias es cuando te das cuentas de que realmente somos capaces, aunque no lo creamos, de vivir con muy poco y además de disfrutarlo y valorarlo. La felicidad que hemos sentido en este pequeño paraíso natural, es difícil de describir con palabras pero a nosotros siempre nos quedará este maravilloso recuerdo gravado en el corazón.
Claudia, gracias por ofrecer este lugar a la gente y gracias por mantenerlo tan auténtico y puro.
¡Apocalypsis, ven cuando quieras, estamos preparados!
¿Quieres ver el vídeo de nuestra estancia en la reserva de Aguas Dulces?
¡Relájate y a disfrutar!
¿Buscas vuelos y alojamientos para Uruguay?
¿Te ha resultado útil toda la información que has encontrado aquí? ¿Te hemos ayudado? Pues si buscas tu vuelo a través de nuestro buscador de Skyscanner o reservas tu alojamiento con nuestro buscador de Booking, a ti te costará igual (mismo precio) y nosotros nos llevaremos una pequeña comisión por ello ? ¡Gracias!
- Encuentra vuelos baratos en Skyscanner
- Reserva tu mejor alojamiento en Booking
Aquí te dejamos nuestras recomendaciones en cuanto alojamiento en Aguas Dulces:
- Si lo que quieres es alojarte en un hostel económico, te recomendamos este alojamiento low cost (qué es donde nos alojamos nosotros): Reserva Ecológica La Laguna
- Si el presupuesto no supone un problema para ti, y puedes permitirte pagar un poco más para estar más cómodo y disfrutar más de tu alojamiento, te aconsejamos que te alojes aquí porqué tiene muy buenas críticas y está perfecto ubicado: Aguas Dulces a pasos del mar
Mapa de Aguas Dulces
En el próximo post te explicamos nuestro paso por Cabo Polonio uno de los lugares más emblemáticos de Uruguay ;).
Hola chicos! encontré de casualidad vuestro blog y me hicieron acordar mucho con su relato a lo que viví en ese mismo lugar hace 20 años (Febrero 2001). El lugar se ve igual! aunque recuerdo la laguna que tenía más agua y era un placer bañarse en sus aguas. Mi sensación fue rara al llegar a ese lugar, me lo vendieron como algo rústico y ecológico pero sinceramente me pareció más un gran negociado que otra cosa.
En la época que fuí la cabaña no tenía puerta ni ventanas y también fue un martirio con los mosquitos, no tenía cama por lo que dormí con un colchón en el piso en la parte de arriba, nada malo en eso. Cuando reservé por teléfono, la dueña (si mal no recuerdo le decían la alemana) me había dicho que las cabañas estaban equipadas y que no me preocupara si no tenía sábanas que me las daban ellos, todo muy lindo luego al hacer el check out me cobraron 5 dólares por día por las sábanas :0
En esa época no había garrafa por lo tanto las opciones para comer eran, ir a comer al pueblo o comer lo que cocinaba para ella y sus hijos. Pero me enteré de esta segunda opción cuando la primera noche volví del pueblo y me dió un gran reto porque cocinó comida para mi y debería haberle avisado que no iba a optar por comer con ellos. Así como con las sábanas nunca me dijo que debía optar por la comida. Y me exigía que debería haberla llamado a la tarde. Justo, en el año 2001, cuando yo no usaba celular y si hubiese tenido y podía pagar los gastos de roaming seguramente iba a pasar mis 3 noches en el Conrad de Punta del Este.
También recuerdo mientras estaba en la laguna siempre me ofrecía algo para tomar o comer. A ese punto ya me preguntaba si era un lugar rústico y descontracturado o un resort pseudo ecológico. Para no despreciar le acepté que me traiga una coca cola, salí de la laguna y me senté a tomarla. Vinieron los 3 hijos de ella y nos pusimos a jugar, y en la distracción uno de ellos me tomó toda la coca cola. Le pedí por favor que me traiga otra por lo que había sucedido y me cobró las dos botellas!!
Veo que lo del atajo para llegar a la playa sigue siendo la misma mierda y sin señalizar, yo también me perdí y me las ví feas. Y para llegar desde el pueblo por el camino normal hasta la tranquera no era tan facil tampoco, aunque por suerte había llevado linterna y repelente de insectos 🙂 Y para redondear recuerdo que ella me había ido a buscar a la parada de bus en auto sin cargo, pero luego para llevarme a tomar el bus me cobró otros 5 dólares.
Lo único que rescato del lugar es la tranquilidad que había, las noches estrelladas, el muelle y la laguna para bañarse estaban muy buenos. Pero veo que luego de 20 años siguen en el mismo concepto ventajero de usar solo el entorno como valor agregado para ponerle el precio y no ocuparse de cuestiones básicas para una estadía placentera. Saludos!!
Hola Mr. Filangie, muchas gracias por tu aportación y por haberte tomado el tiempo de redactar tu experiencia con todo lujo de detalles.
El lugar sigue siendo mágico y nosotros no tuvimos todos los problemas que comentas, pero está claro que siempre hay cosas mejorables. Nosotros no estábamos nada convencidos al principio pero tras 3 días acabó siendo una vivencia que recordar.
A ver si hay algún otro lector que haya estado recientemente y nos pueda decir cómo le ha ido en este sitio tan peculiar.
Gracias de nuevo, un saludo!
Ivan y Erika
Son suertudos chicos, nací en Rocha hace 60 años y ustedes vieron en pocos días lo que a mí me costó mucho tiempo descubrir.
Una pena sin Polonio a la noche con gritos de lobos marinos.
Fuerte abrazo
Hola Juan!
Rocha es una pasada! Y la experiencia de Aguas Dulces fue mágica. En efecto no mucha gente ha vivido algo así, fue algo muy especial dormir rodeados de caballos salvajes. Una gozada!
Cabo Polonio fue breve, nos gustaría haberlo disfrutado con más calma. Pero a la vez es bastante turístico… así que nos quedaremos con la buena experiencia de Aguas Dulces! 🙂
Un abrazo!
Ivan y Erika
Me encantó! Bueno, suena un poquito duro, jaja, pero lo han vendido muy bien! Estoy pensando pasarme por allí en unos meses y todo. Y muchas gracias por este post, que si no lo hubiera leído no me enteraba de la existencia de esta reserva.
Adoro sus crónicas, no los conozco pero se los siente tan cerca! Jajaja, aquí tienen una nueva fan ?
Lu! Vas a ir? Qué bueno! Tenemos curiosidad por conocer la experiencia de otros viajeros, ya que nadie conocía este lugar.
Bueno creo que en el post lo explicamos todo, lo bueno y lo malo, así que ya estás preparada para ir! jiji
Por cierto, también hay un videomontaje de la reserva, aquí lo tienes:
https://www.viviendoporelmundo.com/video-reserva-ecologica-en-aguas-dulces-uruguay/
Ya nos contarás! 😉
Hola pareja, la verdad que cada vez disfrutamos mas de vuestras aventuras, por la forma que las relatais. La verdad es que hay que tener muchas ganas de aventura para ir a un sitio que no hay luz y el agua teneis que colarla y hervirla; ahora os harà gracia y es una aventura que no olvidareis (incluida los mosquitos y arañas) pero en aquel momento tal y como habeis dicho era para irse el primer dia.
Pero todo los que estais viendo es precioso, los paisajes, cataratas, animales y sin olvidarnos de la gente que vais encontrando. La verdad que hasta que no se hace un aventura como la vuestra no te imaginas la cantidad de personas que igual que vosotros està realizando su sueño.
Seguir relatando vuestra aventura, de esta manera nosotras tambien la vivimos.
Petons,
Tietes! En poco más de un mes de viaje ya veis todo lo que tenemos que contar, imaginaos lo que queda! De momento el inicio no ha podido ser mejor! Estamos preparando un video de Brasil que está quedando muy guapo! ja veureu! Nos hace muy felices que leáis todos los tochos que colgamos! jeje Bon any i molts petonets a la familia!!
Ivan i Eri
QUERIDOS QUE AVENTURA…TUDO ISSO NÃO TEM PREÇO…SENSACIONAL…QUE DEUS OS GUIE E OS PROTEJAM POR ESTE MUNDO AFORA…UM GRANDE ABRAZO AMIGOS QUERIDOS!!!
Maria! Pues si, todo lo que vivimos en este viaje y los amigos que hacemos en el camino no tienen precio! Lo recordaremos toda la vida!
Muchas gracias! sois geniales! 🙂
Ivan & Erika
Esa reserva es espectacular!! ?mientras leía, me he visto allí.. la fotos espectaculares!!! Me ha dado más pánico las arañas jajajaja pero mientras se queden en la puerta… 😉 os mando un besote.
Jeje sí el primer día daba rollito irse a dormir! Pero luego te acostumbras… si hubiera sido un sitio con más comodidades no hubiera sido tan especial no? jaja Un abrazo para los dos!
I&E
Es impresionante,las fotos son una pasada, y el vídeo de los caballos me ha emocionado mucho,gracias por compartirlo,bueno me voy a dormir y espero soñar con vuestra reserva .Un saludo
Gracias! La reserva nos ha marcado mucho, es uno de los artículos que más nos ha gustado escribir! Besos!
Ese vinito que nunca falta! Ejejejejej, me quedo con el perrete! Besoteees
Había que hacer algo para distraerse Inés! jaja te hubiera encantado el perrito!
Jajajaja q chuloooo!!! Tal y como lo explicais, hasta yo acabo de bañarme en la reserva y me he visto con los caballos… me encantaaaaa
Fue una pasadaaa!! cada día era algo que no habíamos visto nunca, increíble! t’estimem!!! 😉
Qué bonito! Y qué increíble, me he puesto un poquito en vuestra piel!!debe ser impresionante, ahí los caballitos, arañas, mosquitos…ellos pagaban estancia?jejej y las playas, tienen kilómetros y kilómetros…un lujo…Cada vez que escribís me dais un paréntesis de la rutina!Besitos a los dos, y ya esperando el siguiente!
Joer Laura, eres la fan numero 1 del blog! jeje lees los posts antes de que los anunciemos! Será porque estamos en Uruguay? jiji Muchos besos!!