Fecha de nacimiento: 18 de agosto de 1980
City: Barcelona
Profesión actual: Vividor por el mundo y blogger.
Aficiones: me gusta el cine (¡si es bueno, más!), la música (¡si es rock, más!), hacer deporte al aire libre (¡si es volley o surf, más!), viajar (¡si es con mochila, más!) y la cerveza (¡si es con amigos, más!).
Países visitados antes de VM: Senegal, Vietnam, Estados Unidos, Brasil, República Checa, Grecia, Finlandia, Mónaco, Italia, Rusia, Irlanda, Reino Unido, Suiza, Portugal, Suecia, Alemania, Holanda y Francia.
Formación: Técnico Superior de Actividades Físico-Deportivas, Administrativo de la Generalitat de Catalunya, Posgrado en Marketing, Posgrado en Publicidad, Diplomado en C. Empresariales.
Nací en Barcelona el 18 de agosto de 1980. Era lunes y para colmo llovía, pero había nacido en una de las mejores ciudades del mundo, ¡no me podía quejar! No recuerdo nada de los 0 a los 5 años, pero dicen que crecí feliz con mis padres y mi hermano David (¡os quiero familia!).

En el Pirineo con 7 primaveras.
Ahora vendría lo de “desde pequeñito me ha gustado viajar”… pero la verdad es que hasta los 25 años Andorra y la frontera con Francia era lo único que tenía en mi currículum viajero. Eso y un fin de curso a Italia que valoré demasiado poco en su momento. Por lo visto no nací con el espíritu de Viviendo por el Mundo, ¡pero nunca es tarde para cambiar!
Volviendo atrás, en mi infancia encadené aficiones varias: con 8 años quería ser Félix Rodríguez de la Fuente, luego jugaba al fútbol para convertirme en Oliver Aton, y más tarde trapicheaba con fotocopias de Son Goku. A todo esto me hice heavy, pero sólo tenía 13 años cuando los Guns n’ Roses vinieron a Barcelona y mi madre no me dejó ir (no hay necesidad, decía).
Tras aquella amarga experiencia decidí que quería ser veterinario, pero cuando llegó el momento de elegir carrera mis motivaciones habían cambiado. La presión de un capitalismo omnipresente me decía que debía tocar con los pies en el suelo, así que me fui a Empresariales. Yo sí que valía (me sobraba nota por un tubo) pero no sabía qué camino seguir: ¡la temida falta de vocación!. Aunque aún no era consciente de que no se acababa el mundo si escogía la carrera “equivocada”.
No nací con el espíritu de Viviendo por el Mundo, ¡pero nunca es tarde para cambiar!
Ya en la universidad, entre cervezas y partiditas, fui diplomándome. Además había descubierto otra de mis aficiones: la juerga. Me parecía inexplicable que la gente hiciera cosas extrañas como irse al extranjero a estudiar. Con la de discotecas que me quedaban por visitar aquí…
Tras acabar la carrera con 21 años me especialicé en marketing y logré entrar en una agencia de publicidad. Pero no tardaría en ver que no estaba preparado para ese desfile de corbatas. Me identificaba más con los diseñadores gráficos: vestían cool y podía hablar con ellos de cosas de jóvenes inadaptados. Pero yo era ejecutivo de cuentas y debía aparentar ser un adulto formal, difícil a mis veintipocos. Estaba en la manada equivocada, ¡maldita carrera de empresariales! (o no).
Allí me di cuenta de que ya no era tan libre como cuando estudiaba, y sentía que el mundo laboral se empeñaba en sesgar mi personalidad. En fin, que no me puse la corbata ni un solo día, y al poco tiempo me lancé a por algo con lo que me identificara más.
Fue la primera vez que decidí seguir mis pasiones en vez de hacer lo que creía que se esperaba de mí. El cambio me motivaba tanto que no podía contener mi creatividad, y presenté un enorme documento con posibles acciones de marketing para una editorial de cómics.
Cuando haces algo con pasión, tarde o temprano la recompensa llega: ¡me contrataron!

¡Grecia ’05 y Brasil ’07 fueron mis primeros viajes importantes!
Pronto llegaría otro punto de inflexión: Grecia, mi primer viaje serio y el primero de muchos. Durante dos años hice escapadas a muchas ciudades de Europa y crucé el charco para ir a Brasil. ¡Algo estaba cambiando!
Pero laboralmente no estaba tan satisfecho. Demasiado estrés durante demasiado tiempo me hizo empezar a valorar más mi felicidad y mi tiempo libre. Al cansarme de un puesto que creía ideal, deduje el trabajo siempre sería trabajo y no podía ser el centro de tu vida. Si quería sentirme autorrealizado, debía tratar de hacerlo en la vida real, que para mí comenzaba cuando finalizaba la jornada laboral.
Quería algo que me permitiera tener vida más allá de la oficina. ¡A por una oposición se ha dicho! Dejé mi puesto indefinido y me puse a estudiar ocho horas al día, hasta ganar la ansiada plaza que me daría la libertad, uno de los logros de los que estoy más orgulloso (se habían presentado más de 10.000 candidatos).
Pasó el tiempo y seguía sin creérmelo: largas tardes que llenaba con aficiones y placeres varios: iba al gimnasio (sin prisas), veía películas sin fin y me informaba en Internet sobre mil y un temas que me interesaban. Ahora tenía tiempo para centrarme en lo que realmente me motivaba, algo que debería hacer todo el mundo.
Cuando haces algo con pasión, tarde o temprano la recompensa llega.
De vez en cuando empecé a hacer actividades a lo “indie style” (solo): iba al cine, salía en bici a disfrutar de mi ciudad (¡casi nunca me había parado a observar lo bonita que era!), a menudo hacía fotografías, buscaba caminos alternativos para pasar por rincones que nunca había visitado… empecé a encontrar energía en las pequeñas cosas que siempre habían estado ahí pero no había valorado hasta ese momento.
Poco a poco me empeñé en hacer todo aquello que alguna vez había querido hacer (pero nunca había movido un dedo para ello), como por ejemplo el voley-playa. Una tarde vi a un grupo de chic@s en la arena y, como un niño, les pregunté si podía jugar. Este pequeño acto supuso salir de la zona de confort, y fue el inicio de muchos días de diversión y nuevas amistades. ¿Por qué había tardado tanto en dar un paso tan simple?
Este cambio de actitud me abrió las puertas a probar más cosas como el surf, otra de las aficiones que me proporcionaría (pocas) tardes de olas, de leer en la red, de preparar entrenamientos, de ver vídeos con los que reflexionar sobre la vida bohemia y sobretodo horas de recreación mental de playas paradisíacas a las que ir a surfear algún día. Estos pensamientos positivos son los que me mantenían vivo.

Dakar me dio lo que no me daba Barcelona: ¡olas!
Pero ¡Ay, quién pudiera viajar más!. Tenía demasiado tiempo para pensar en otras maneras de vivir (Callejeros Viajeros ha hecho mucho daño). Leía historias de gente que se marchaba buena parte del año a otros países, o que habían encontrado en la cooperación una vocación. No tenían vidas convencionales, pero tampoco eran ricos, de hecho no necesitaban trabajar todo el año: simplemente no tenían ataduras y habían establecido prioridades para hacer lo que más les motivaba. Quizás aún no estaba preparado para tener una vida así, pero en cambio cada vez veía menos descabellado la idea de un año sabático.
Acababa de hacer un viaje increíble a Estados Unidos, pero envidiaba experiencias realmente grandes como los 7 meses de Erika viviendo en la India y Nepal. A raíz de ver sus fotos había empezado a admirarla (y a enamorarme de ella;) y ahora que el destino por fin nos había juntado, sólo podía agradecer haber encontrado mi otra mitad, esa persona que te entiende y que comparte los mismos valores y las mismas pasiones. Nuestro primer viaje juntos fue a Vietnam, y allí nos dimos cuenta de que formábamos un tándem perfecto. ¡Un viaje que recordaremos toda la vida!

¡Cam on Vietnam! nuestro primer gran viaje juntos. ¡Inolvidable!
En pleno clímax de inconformismo llegó el II Congrés de bloggers de la Volta al Món, uno de los días más especiales que recordamos: un teatro lleno de personas que compartían las mismas ansias de recorrer mundo y blogueros que con sus charlas nos animaban a cometer la “locura” de dejarlo todo. La emoción en el estómago, la lagrimilla con algún vídeo, la sonrisa incontenible en nuestras caras durante horas… Lo que sentimos allí no hubiera sido justo ignorarlo. Ese día todo cambió. Una mirada fue suficiente para entender que (figuradamente) nuestra vuelta al mundo justo acababa de comenzar. ¡Ya no había marcha atrás!
Lo que sentimos en aquel congreso de bloggers no hubiera sido justo ignorarlo. Ese día todo cambió.
Pero mi autocrítica social iba creciendo: cada vez me irritaba más nuestro egoísmo generalizado. Aunque en contrapartida admiraba más la generosidad de mucha gente. Necesitaba acercarme a esa espiral de buen hacer, me sentaba bien. Le conté a Erika que me hacía mucha ilusión hacer un voluntariado y así empezamos a preparar nuestro viaje a Senegal.

En Senegal colaboramos en la limpieza de playas y trabajamos en un orfanato. ¡Jërëjëf Mbour!
África calmaría un poco mi ansiedad, pero seguía leyendo “peligrosos” blogs de locos viajeros. Envidiaba el entusiasmo de sus posts y la pasión con la que describían sus experiencias. ¡Ojalá pudiéramos sentir algo parecido algún día!
A todo esto, ¡volvimos al Instituto! Podría ser la cura temporal a mi insatisfacción, algo que me mantuviera ocupado y motivado hasta ahorrar lo suficiente para marcharnos. Comencé, un poco por afición, un grado superior de Técnico Deportivo, y no pude haber tomado decisión más acertada. He aprendido muchísimo, he potenciado aptitudes, he colaborado como voluntario en un mundial de fútbol para discapacitados, e incluso he tenido mi primera experiencia laboral en el mundo del fitness. Dirigir un grupo, divertirte y ver las muestras de agradecimiento de la gente es de lo más satisfactorio que he hecho. ¡Impagable!
En esta última etapa también he empezado a formarme en temas de marketing online, creación de blogs, ingresos pasivos…
Todo empezó al ver en una tienda el libro “La semana laboral de 4 horas” de Tim Ferris. Me picó la curiosidad y encontré multitud de blogs que hablaban de él, con cantidad de mensajes motivadores que llamaban a un cambio de mentalidad: Internet nos puede permitir cambiar de vida, emprender y ser más libres, poder trabajar con flexibilidad desde cualquier parte del mundo sin vender tu tiempo. Todo mezclado con una serie de principios morales con los que me identificaba plenamente y tenían mucho que ver con el espíritu de muchos de los blogs viajeros. ¡El círculo se cerraba!
Internet nos puede permitir cambiar de vida, emprender y ser más libres, poder trabajar con flexibilidad desde cualquier parte del mundo sin vender tu tiempo.
Y así, a la vez que nuestro viaje, ha nacido nuestro blog: Viviendo por el Mundo. El lugar en el que, además de documentar nuestra aventura para que quede en el recuerdo, ha significado nuestro primer paso en el mundo digital.
No sabemos dónde terminará, pero estoy seguro que disfrutaremos del camino como nunca.
¡Espero que tú también lo disfrutes!
Ivan
Gracias Ivan por compartir tus experiencias!
A ti por leernos Silvia! Esperamos que te guste el blog! Un saludo!
Queda tant poc…Ivan i Erika!!!… fins i tot jo tinc nervis!!! jajajaja!!!
Tinc tantes ganes que sigueu els nostres ulls…!!!! Un petonàs enorme!!!
Demà volem!! i encara estem fent papers! jiji no he començat la motxilla! socorrooooo!! jaja Gràcies Gemma, una abraçada!
Ivan
Iván ya estoy enganchada al blog, que tengais un buen inicio y un final de viaje estupendo, os iré siguiendo y tomando nota para cuando llege el mio. Besos i muchas suerte a los dos.
Ssssh! Montse, del final no se habla aún! jaja Gracias por suscribirte, próximo artículo desde Rio de Janeiro! 😉
Hola nois!! felicidades por la decisión! qué emocionante!!! que comience la fiesta, poti poti! xD
Yeeep! Gracias Anna, esto ya está aquí!! estoy como un flan! jaja. Un beso enorme y nos leemos por aquí! muas!
Hola Iván!! Vaya sorpresa cuando Estela recibió el email!! Casi se pone a llorar y me dijo que ella también quería, jejejeje. Enhorabuena por la decisión, seguro que os va genial!!! A disfrutarlo!! Besos y abrazos!
Jaja que no se preocupe, intentaremos traeros a casa un poquito de cada lugar del mundo! Así podréis decidir vuestro próximo destino; siempre habrá tiempo para viajar! Gracias por seguirnos, un abrazo pareja!
Ivaaaaan, erikaaaa :D:D
IMPRESIONANTE!!
Sin palabras..gracias por darme la oportunidad de poder seguiros y admiraros cada vez más!
sois un ejemplo a seguir tanto como persona, pareja, compañeros de clase, amigos blablabla pero cierto!!
enhorabuena vuestro sueño ya esta aquii,
Un besote guapos!!
Lau!! Muchas gracias! Comentarios como el tuyo son los que dan sentido a este blog! Que ganas de empezar ya el viaje y compartirlo con vosotros! Un abrazo enoooormeee!!
Ivan i Eri
Tremendo Blog Ivan y Erika!!!
Ya estoy enganchado…
A ver si nos vemos entre el 22 que llego y el 29 que os vais…i pal.lem.
Enrico!! Nos vamos el miércoles 26;) nos podemos ver lunes 24 o martes 25. Lo hablamos! Gracias por suscribirte crack!
Ivan y Erika, muchísima suerte en vuestra aventura. Disfrutad y empaparos de todo cuanto os rodee. Es una experiencia increíble la que vais a compartir y sin duda volveréis mejores.
Feliz superviaje y a ser felices!
Clemente!
Ya he dejado un pequeño escrito en uno de los post, pero voy a plasmar un poco por aquí también.
La verdad que teniendo la suerte de haberos conocidos tanto a ti como a Erika, me alegra mucho que vayáis a cumplir vuestro sueño. Como he puesto en el otro post, iré siguiendo vuestra andadura siempre que tenga un ratito.
¡Sóis grandes! ¡Disfrutad al máximo!
Gracias Miguel! Por supuesto que nos tienes que seguir! 😉 Nos vemos antes de marcharnos, tú si que eres grande!