Tomar la decisión de dejarlo todo y largarse a vivir por el mundo sin fecha de retorno prevista, es algo que genera un cocktail de emociones en tu interior. Emociones que podríamos resumir en dos: miedo y emoción.
Y entre estas dos, toda una escala de sensaciones contrapuestas que día tras día no dejan de pelearse entre ellas, conformando una montaña rusa que sube con la misma facilidad con la que baja.
Es entonces cuando sientes que estás a las puertas de uno de los mayores logros de tu vida (si consigues hacer el viaje de tus sueños), o ante la mayor decepción que te puedas imaginar (si acabas abandonando y renunciando a él).
Así nos sentíamos nosotros antes de dar la vuelta al mundo… y así lo han sentido nuestros camaradas Jorge y Jeni de Montañeros Viajeros, un par de locos por los viajes y las actividades al aire libre que se han pasado por Viviendo por el Mundo para ayudarte en esta primera etapa tan decisiva.
Te avanzamos que, aunque son de las personas más aventureras que conocemos, ellos también tuvieron sus inseguridades antes de partir…. y hoy van a explicarnos con todo detalle cómo fue esa etapa de preparativos, y cómo ahora que ya son mochileros experimentados se han dado cuenta que hay muchas cosas que nadie te explica antes de un gran viaje.
¿Quieres saber lo que han aprendido todo este tiempo? Pues te dejamos con ellos. ¡A disfrutar! 🙂
Jamás olvidaré el lunes que apoyé el cañón de una pistola en mi cabeza y disparé hasta quedarme sin balas, sin detenerme a pensar en lo que hacía para no darle otra oportunidad al arrepentimiento.
Era la renuncia a un trabajo fijo, la despedida a un futuro previsible, la jubilación de la seguridad. Pasaban diez minutos de las diez de la mañana y mis últimas palabras decían, más o menos, ‘quédense ustedes con el muerto que yo me largo’.
Mi cuerpo se desplomó y yo salí por la puerta.
Estos 3 párrafos que abren el post no son míos. (*)
Es curioso como la vida te va haciendo guiños y dejando piedrecitas. Pequeñas pistas, señales y ayudas sutiles pero muy poderosas.
Abrí una página al azar del primer libro que ojeé el otro día en la librería ALTAÏR (el templo de los grandes viajeros en Barcelona) y me pilló por sorpresa. A bocajarro y directa al estómago.
No es exactamente mi caso pero me sentí MUY identificado con esta frase.
Hace sólo unos días había tenido una “conversación similar” con mis jefes en el trabajo.
Me sentí extraño, cómplice de esa dichosa frase.
Y un poco furtivo entre la gente que andaba distraída.
Sentí ese vértigo y esa adrenalina que escuecen pero te hacen sentir jodidamente vivo.
Índice linkable del artículo
Salir de Matrix
Esta vez has decidido salir de Matrix y no hay vuelta atrás. Has tomado la pastilla roja.
Te vas de viaje. Un gran viaje.
Y esta pastilla no es gratis y viene con regalo sorpresa: las dudas.
Y desde este mismo momento, el corazón y la razón libran una durísima batalla.
No lo entiendes. Y nadie te entiende.
Deberías ser la persona más feliz del mundo pero sientes un terremoto en tu interior. Y lo que eran los cimientos de tu cotidianidad retumban y empiezan a destruirse.
Ahora te toca construir unos nuevos.
Suspiras y coges aire con dificultad.
Y es en este momento, mucho antes de partir, que ya empiezas a aprender.
A domar los miedos. A gestionar la incertidumbre. A seguir dando pasos aunque te tiemblen las piernas.
Porque valiente no es el que no tiene miedo, sino el que sigue avanzando a pesar de ello.
La decisión
Volvamos al tema de este post. Hoy no quiero hablar de mí sino de ti.
Te pasas años soñando con viajar. Lejos y a lo grande.
Estás en un montón de foros viajeros y no paras de leer en Facebook mensajes motivadores del estilo “Viajar es lo único que cuesta dinero y te hace más rico”.
Sigues en Instagram a grandes viajeros y alucinas con sus fotos. Son como droga para ti y para tu alma.
Fantaseas mientras estás en el trabajo. Cada vez ocupa más espacio en tu cabeza la idea loca de alzar el vuelo y marcharte a viajar. EN MAYÚSCULAS. Y con eco.
VIAJAR. viajar. via…
Pero tomar la decisión es otra cosa totalmente distinta.
NO ha sido fácil.
Una cosa es soñar con “viajar por el mundo” y otra muy distinta es pensar en hacerlo realidad.
Se me puso la cabeza a cienmil revoluciones. Y no paraba de pensar en ello.
Incluso por las noches.
…y mientras conducía (no sé que tiene conducir pero mi mente divaga y es cuando más claro pienso. ¿A ti no te pasa?).
…mientras me duchaba.
…mientras comía.
…
Creo que he tardado más de un mes y muchas conversaciones con amigos en ordenar mi cabeza.
Y a menos de 20 días de nuestra marcha aún sigue la partida.
Supongo que cuando despegue el avión esta niebla mental irá escampando con el viento de todo lo nuevo.
Pero eso aún ni lo sé ni puedo contártelo amigo.
Volvamos a lo que nos interesa ahora. Las dudas. La niebla mental. Los miedos.
Al final, ocurrió lo inevitable. Ya está. Decidido.
Nos vamos.
Se lo decimos a la familia. A los jefes. Compramos los billetes: ese click en el botón de comprar que lo cambia todo y baja por fin tus sueños a la tierra.
Podríamos estar hablando durante horas sobre los motivos pero a veces tus entrañas, tu instinto y tu corazón saben lo que quieres mejor que tú mismo.
Escuchar al instinto… ¿cuando fue la última vez que lo escuchaste?
¿Cuando fue la última vez que hiciste algo por primera vez? Clic para tuitearY de repente, como un puñetazo en el alma, eso te hace despertar, arriesgar, vivir a conciencia y a un nivel que muchas veces te sorprende.
Sentirse vivo
Justo con toda esta tormenta en mi cabeza leí el otro día:
“Si sabes por la mañana lo que va a ocurrir cada día, con cierta precisión, estás un poco muerto. Cuanta más precisión, más muerto estás.
Somos cazadores. Solo estamos realmente vivos cuando improvisamos, sin horarios, abiertos a las sorpresas y a los estímulos del entorno.”
Pues viajar es la forma que conozco más brutal y directa de estar vivo.
Dicen que los sueños no es lo que ves mientras duermes sino lo que no te deja dormir. Clic para tuitearY este gran viaje que vamos a emprender ahora, hace tiempo que no me deja dormir.
Y en mi caso, cumplir mis sueños me parece un ejercicio de responsabilidad hacia mis padres y ese regalo que me hicieron hace ya más de 30 años: la vida.
Es el mejor regalo que alguien te puede hacer. ¿Te vas a quedar sin abrirlo?
Dime, ¿aún te queda alguna duda?
Cógeme la mano y te enseño el camino.
Las fases
Como ves, una vez te lanzas a dar el primer paso (el más difícil) y decides realizar un gran viaje vas a pasar por varias fases.
Las mías están siendo:
FASE 1: SOÑAR
La más fácil y en la que te puedes pasar años. La mayoría de gente no pasa de aquí.
FASE 2: BAJAR LOS SUEÑOS A LA TIERRA
Aquí ya hay que empezar a tomar decisiones. Y NO SON FÁCILES.
FASE 3: LA DECISIÓN
Uffff… esto sí que cuesta. Sólo el que lo probó lo sabe.
FASE 4: MONTAÑA RUSA EMOCIONAL
Aunque ya me habían avisado me pilló por sorpresa. Hay días que estás eufórico, días que te sientes culpable, días que estás como triste… la gente te pregunta y no sabes muy bien qué decirles…
Supongo que debe parecerse a cuando estás embarazado (de hecho lo estás, llevas a un futuro viaje dentro de ti) y tus emociones se multiplican por 10.000. Todo lo miras con tintes de despedida: tu último paseo por tu playa favorita, tu última conversación con tu amigo, tu última comida en tu restaurante favorito, tu último bocadillo de jamón…
Y eso te hace valorar tu día a día y tu entorno como nunca antes lo habías hecho.
FASE 5: EL VIAJE
Durante el viaje seguro que pasarás por otras fases pero eso lo dejamos para el próximo capítulo, cuando estemos en ruta y lo experimentemos por nosotros mismos…
Creo que no hay ninguna fase mejor que otra y hay que tratar (aunque no siempre es fácil) disfrutar de todas y cada una de ellas.
SPOILER: este artículo lo escribimos antes de partir. Ahora ya llevamos más de 11 meses de viaje. ¿Te cuento un secreto? NO nos arrepentimos DE NADA. Hemos llenado de vida, amigos, aprendizajes, historias y experiencias estos más de 300 días. Pero eso es otra historia… 😉
Cumplir sueños, miedos y preguntas mágicas
Cumplir sueños puede dar mucho miedo. Siempre es más fácil quedarse donde uno está, con todas las certezas y la supuesta seguridad.
Empezar algo nuevo implica ir por un camino no señalizado que puede llevarnos a cualquier lugar.
Pero ahí está la magia: cuando nada es seguro, todo es posible.
Cuando nada es seguro, todo es posible. Clic para tuitearCuando decides hacer un gran viaje te van a asaltar miles de preguntas. Muchas te confundirán más, otras no te servirán para nada.
Te voy a proponer 2 preguntas que SÍ pueden ayudarte.
#1: ¿Por qué no?
Pregunta mágica.
Estás dándole vueltas a la cabeza para tomar esta decisión que tanto te cuesta.
Y en plena batalla, entre tantas dudas, entre tantos “si-no-si-no-no-SÍ-quizás en el futuro-AHORA-¿me estaré volviendo loco?-no-sí-SÍ-SÍ- ¡¡¡SÍÍÍÍÍÍ!!!” (instante de iluminación) llega un momento en el que te miras a los ojos en el espejo, le das la vuelta a la tortilla y te dices: ¿y por qué no?
Para responder a esta pregunta vas a tener que enfrentarte a dos cosas.
En un lado está tu estilo de vida que está a punto de cambiar a lo bestia (dejas un trabajo estable para empezar a vivir algo que te apasiona y te ruge en la cara) y el amargo, o mejor dicho, agridulce sabor de la incertidumbre.
En el otro lado están tus sueños que te gritan. No puedes hacerte el sordo y esconderlos en el armario para siempre.
No es una pregunta fácil de responder pero responderla lo cambia todo.
#2: “¿Y qué hubiera pasado si hubiera hecho el viaje…?”
Hay otra pregunta poderosa que te ayuda muchísimo y que es tan sencilla como ésta:
“¿Y qué hubiera pasado si hubiera hecho el viaje?”.
Esta pregunta debe doler especialmente si te la haces dentro de 20 años.
Si de verdad lo deseas, ¿te vas a quedar con esta duda?
Porque cuando somos sensatos y dejamos de creernos infinitos, la cosa cambia amigo.
Olvidamos que el tiempo pasa y postergamos lo que nos hace felices envolviendo nuestros deseos en excusas de papel.
¿Cargar con el peso de estas palabras en el futuro? ¿Con el arrepentimiento cuando ya sea demasiado tarde?… Uffff.
Eso me hace temblar y me da más miedo que cualquier otra cosa.
A veces un miedo (el opuesto) ayuda a quitar otro miedo. 🙂
Un consejo: No esperes a mañana.
Una vez resuelves estas preguntas y decides dar el paso…
1…2…3…
…empieza el aprendizaje.
Como ves un gran viaje puedes ser muy transformador incluso antes de marcharte. ¡Fíjate todo lo que nos ha hecho pensar y aún ni siquiera hemos partido!
Ahora voy a compartir contigo todo lo que estamos aprendiendo por este camino pre-viaje.
5 lecciones que hemos aprendido
#1. El enemigo nº1 de tus sueños es el miedo. (Tendrás que ser valiente).
Te presento al enemigo nº1 de tus sueños: el miedo.
Esa emoción ancestral que llevamos grabada a fuego en nuestro ADN y que nos mantiene cerca de la manada.
Evolutivamente el miedo era muy útil porque nos mantenía con vida (un ruido en la oscuridad o no separarnos de nuestra tribu por ejemplo). Ahora, en la mayoría de casos, sólo sirve para empequeñecerte.
Serán tu coraje y la forma en como gestiones tus miedos los que hagan que tu vida se expanda o se contraiga.
Tendrás que conocerlos y actuar a pesar de ellos si quieres que tus objetivos se hagan realidad.
Te voy a contar un secreto: nunca te vas a sentir completamente preparado.
Nunca.
Vas a necesitar coraje para superar la presión social de tu entorno.
Lo vas a necesitar para lanzarte a cumplir tus sueños antes de tener todas las respuestas.
Y recuerda, cuando hables con la gente te van a transmitir sus miedos.
¿No tienes miedo a viajar tanto tiempo 24h/día sólo con tu pareja? Probablemente tenga algo que arreglar con la suya… 😉
¿No tienes miedo a…? Probablemente sea algo que preocupa a esa persona en su vida.
Recuerda no caer en eso y decirles amablemente (quieren ayudarte): gracias pero NO son mis miedos. Son TUS miedos.
#2 El riesgo no se evita: se gestiona
Mucha gente te dirá que viajar es peligroso. Seguramente será la gente que menos ha viajado.
A nosotros, por ejemplo, nos gusta hacer espeleología. Nos permite acceder a lugares impresionantes, conocer gente increíble y en definitiva nos hace más felices.
¿Pueden haber riesgos? Pues sí.
Por eso realizamos varias formaciones, nos apuntamos a un club de montaña, salimos con gente con mucha experiencia y que sabe más que nosotros, adaptamos la actividad a nuestro nivel, doblamos siempre las medidas de seguridad y un largo etcétera.
El riesgo cero no existe en una cueva.
Pero tampoco existe en tu casa, en tu trabajo, en la calle o en tu coche.
Cada año muere mucha (demasiada) gente en accidentes de tráfico.
¿Renunciarías a viajar en coche? Podrías hacerlo pero seguramente te compensa asumir ese riesgo porque te permite desplazarte más rápido, acceder a trabajos que están lejos de tu casa, aprovechar mejor tus días…
Pues igual pasa con los viajes.
Para la mayoría de gente la palabra riesgo es el enemigo. Es lo que nos enseñan en la escuela. Pero no es así.
Como en las inversiones, toda oportunidad tiene un riesgo asociado.
¿Conoces a alguien que se haya hecho rico con un depósito a plazo fijo en el banco?
Y hay algo mucho más valioso que el dinero que puedes perder: tu vida.
Todo se resume a esta sencilla ecuación: 0 riesgos = 0 oportunidades.
Lo que debemos aprender es a gestionarlo. Ten cabeza y no hagas tonterías. Infórmate bien de lo que haces pero ten claro esto: en este juego de la vida, para poder ganar, vas a tener que poner fichas sobre el tablero.
¿Sabes cuál es el mayor riesgo? No tomar ninguno.
Si no arriesgas nada, entonces lo estás arriesgando todo.
Y mientras, las oportunidades van pasando y se escapan para siempre…
#3 ¿Arrepentirse? Mejor ahora que al final de tus días
Te voy a dar un truco que uso para ayudarte a tomar decisiones importantes (como puede ser hacer un gran viaje). 😉
Imagínate al final de tu vida.
Ahora pregúntate: ¿preferirás haber tomado el camino y la opción más fácil y segura? ¿O te arrepentirás de no haber intentado la opción más valiente?
Esto te ayuda a no caer en la trampa de tu cerebro (créeme, a tu cerebro le gusta ponerte trampas, sabotearte o lo que los psicólogos llaman sesgos cognitivos).
Una trampa que nos hace dar más importancia a las dificultades o incomodidades presentes que a la futura recompensa.
#4 Tu tiempo es lo más valioso que tienes
En un viaje largo puedes llegar a “perder” mucho dinero. Pero hay una cosa mucho más valiosa que seguro vas a ganar: tiempo.
Tiempo para ti, para tu pareja, para tus ideas.
El tiempo es lo más valioso que tienes. Así que cuídalo y defiéndelo. Regálatelo.
Nos da mucha rabia que nos roben dinero. Pero cuando nos roban tiempo es mucho peor y casi no le damos importancia.
¿Estamos locos o qué?
El dinero lo podrás recuperar. ¿El tiempo? Nunca regresará.
Déjame hacerte una pregunta que aunque pueda escocer un poco te hago con todo el cariño y buena intención:
“¿Estás aprovechando los mejores años de tu vida?”
#5. La aventura es un gran maestro
Si nos conoces un poco ya sabrás que nos gusta la aventura, los deportes de montaña, la naturaleza y la vida simple (esa que paradójicamente tanto nos cuesta conseguir).
Creemos que las aventuras (aunque sean pequeñas) añaden tiempo de calidad a nuestras vidas.
Y son un gran maestro.
Aportan emoción a nuestras vidas. Y experiencias.
Lo habrás leído en 1.000 mensajes de esos “buenrrolleros-motivacionales” con fotos de paisajes o una persona en la cima de una montaña en tu Facebook. Pero para nosotros es totalmente cierto:
“Acumula experiencias y no cosas materiales.”
Las cosas las irás perdiendo por el camino. Las experiencias te las llevarás contigo SIEMPRE. Te harán crecer. Y lo más importante de todo: te harán feliz.
Y, ¿sabes que? Además de hacerte feliz te harán más creativo.
¿Dónde se te ocurren las mejores ideas? ¿Entre las 4 paredes de una habitación bajo un pálido fluorescente?
No me mientas…
A mi, por ejemplo, hacer senderismo (varias horas seguidas en la naturaleza y sin requerir de una atención intensa como podría ser el barranquismo) me ayuda a pensar mejor y ganar claridad.
Exponerte a nuevas experiencias, conocer gente que piensa distinto a ti y que hace las cosas de otra manera (o lo que es lo mismo, viajar) amplía tu mente y te hace más tolerante.
Tolerante ante las personas pero también ante tus problemas.
En los viajes siempre habrá imprevistos. Y éstos te enseñan a improvisar y a tomar decisiones constantemente y rápidamente.
Te acostumbras a la incertidumbre. Y a medida que acumules incertidumbres cada vez les darás menos importancia y serás más eficaz solucionando los problemas. Algo que no creo que te hayan enseñado en la escuela.
Como ves, un viaje te enseña muchas cosas.
Todo el mundo quiere vivir una gran historia. Pero pocos están dispuestos a aceptar el esfuerzo que requiere.
Los viajes y la aventura son un gran maestro. No les tengas miedo.
¿O te vas a perder esto? Aquí arriba te dejamos un pequeño vídeo con algún fragmento de nuestras aventuras por si te sirve de inspiración y te da un empujoncito amistoso.
Final del artículo… ¿Principio de tu viaje? 😉
¡ATENCIÓN! No nos hacemos cargo de las consecuencias que puede tener este post, pero si te sirve y anima a salir con la mochila, con las alforjas o con la furgo… ¡misión cumplida!
Por todo esto que te hemos contado, viaja tan lejos como puedas. Conoce y descubre cómo viven otras personas. Llega a algún lugar donde nada te resulte familiar ni sepas cómo funciona.
Déjate llevar.
Cuando vuelvas tu país, tu hogar y tu entorno seguirán igual pero algo en tu cabeza habrá cambiado. Y créenos, ese “algo”, lo cambiará todo.
Este post lo escribimos a menos de 20 días antes de partir ese 23 de febrero de 2017 (una fecha que nunca olvidaremos) y con todo el lío de los preparativos pre-viaje había quedado enterrado en el «baúl de los posts olvidados». Damos las gracias a Iván y Erika por ayudarnos a rescatarlo (y a inspirarnos antes de partir).
Mientras lees esto nosotros ya hemos emprendido este gran viaje sin billete de vuelta por el mundo y para nosotros este artículo simbolizaba el pistoletazo de salida.
Queríamos compartirlo contigo ya que, aparte de los miedos e incertidumbres que te hemos descrito en el post, estamos llenos de ILUSIÓN de la buena. Y si algo hay que queremos compartir contigo es la ilusión.
No se compra con dinero y es muy contagiosa. (Te hemos avisado, eh! 😉 ).
Por cierto, ahora que estamos en ruta, lo releemos y nos arranca una sonrisa. ¡ESTO ES LA BOMBA! Si de verdad quieres hacerlo, déjate de darle vueltas al coco.
Y sino, pregúntaselo a Iván y Erika. Supongo que no les ha gustado nada la experiencia y por eso “sólo” han estado 2 años viviendo por el mundo. 😉
Esperamos que te haya inspirado y que si estás con las típicas dudas pre-viaje te ayude a tomar la decisión que tanto te cuesta. Coger coraje, abrir bien las alas y volar.
Eso sí, nuestras palabras podrán inspirarte pero ninguna frase será suficiente si esto no empieza en ti. Porque la inspiración no basta cuando no se convierte en inspirACCIÓN.
La pelota ahora está en tu campo. Nosotros seguiremos aquí para ayudarte en todo lo que podamos.
Esperamos que nos acompañes en este viaje y que pronto seas TÚ quien nos explica qué tal le ha ido.
Tu regalo. ¿El principio de una gran amistad y de tus sueños más locos?
Si te ha gustado lo que has leído nos gustaría que esto no acabara aquí.
La vida es un regalo que merece la pena abrir. Clic para tuitearSÍ. La vida es un regalo que merece la pena abrir. Y nos encantaría ayudarte a abrirlo. 🙂
Suscríbete a nuestro blog y recorreremos el camino juntos.
Nos haría mucha ilusión que usaras uno de los 10 checklists editables con todo lo necesario para preparar tus viajes y aventuras que te regalamos aquí (+125 consejos prácticos para viajes y deportes de aventura).
Eso significará que estas 3.235 palabras que acabas de leer han tocado hueso, te han removido algo dentro y estás preparando tu próximo gran viaje o aventura.
¿Nos dejas un comentario?
¿Has hecho un gran viaje o te gustaría hacerlo? ¿Tienes miedos?
Seremos muy felices respondiendo tus dudas, escuchando tu experiencia o…¡lo que te de la gana! 🙂
(*) Por cierto, la frase que abre el post es del libro “El libro de la independencia” de Pablo Rey. Una pareja que con su furgoneta todoterreno decidieron dejarlo todo e irse a ver el mundo… Un libro que te removerá la conciencia, te hará hacerte preguntas y te empujará, sin duda, a viajar.
Me encanta leeros.
Espero que mucha gente lo lea y se decida a dar el paso!
Hola Ari!
Las reflexiones y los pensamientos de Jorge y Jeni son casi idénticos a los que tuvimos nosotros preparando la vuelta al mundo… ¡y seguro que algunas cosas parecidas están sintiendo muchos de los que nos leen!
Estamos convencidos que este artículo sí inspirará y motivará a lanzarse a la piscina a más de un@. ¡Que así sea!
Gracias por leernos, un abrazo!
Ivan y Eri
¡Hola Ari! 🙂
Pues a nosotros nos encanta que te encante! 😉 Y nos gusta leer comentarios de gente a la que de alguna manera les han llegado nuestras palabras.
Nos gusta pensar que vamos sembrando semillas de futuros grandes viajes y «locuras» en la gente.
Gracias por pasarte por aquí, por tu comentario y por tu buena energía.
¡2 abrazos viajeros!
Muchas gracias por abrirnos las puertas de vuestro blog rescatando este post del baúl de los posts olvidados pero sobretodo por algo mucho más valioso: inspiración.
Este post lo escribimos poco antes de partir y, piruetas del destino, justo mañana hace 1 año que marchamos. Así que es nuestro cumpleviaje y qué mejor forma de celebrarlo que ver publicado en uno de los blogs que seguíamos, nos hacían soñar y nos ayudaron a tomar LA DECISIÓN un artículo nuestro. Un post donde vemos cómo sentíamos las cosas antes de partir.
Es como viajar al pasado, ver todas las dudas y miedos ahora con una sonrisa y decirles: «os pillé, menos mal que no os hice caso». 😉
¡GRACIAS!
(Aquí estamos para responder todas las dudas, compartir miedos, sueños o ilusiones así que si te apetece compartir con nosotros cualquier cosa [o felicitarnos nuestro cumple-viaje 😉 ] …dispara! )
Felicidades queridos Montañeros!
Por vuestro cumple-viaje y por vuestra visita a VM con este gran artículo. ¿A quién no le gustan las historias personales? 🙂
Gracias por describir en primera persona lo que se siente antes de una vuelta al mundo, y por compartir las recompensas que un año después tiene haber salido de la zona de confort. Seguro que dan energía a más de un@.
Sois todo un ejemplo para todas esas personas que ahora mismo están soñando despiertas, esperando que ese viaje épico que tienen en la cabeza se materialice pronto.
Disfrutad de la experiencia al máximo ahora que estáis en ruta, seguiremos vuestras aventuras en vuestro blog!
Un abrazo!
Ivan y Erika